El pasado miércoles 4 de Mayo, el Senado de la Nación otorgó media sanción al proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), impulsado por el senador, Daniel Filmus. El objetivo de la iniciativa (que se basa en el concepto de responsabilidad extendida del productor, que propone que los productores se hagan responsables por los impactos ambientales de sus productos a lo largo de toda su vida útil: producción, uso y disposición final) es resolver la problemática y la contaminación que provocan este tipo de desechos en la Argentina.
La propuesta es una solución racional que tiene en cuenta varios aspectos, pero que fundamentalmente pone en el centro el ahorro de los recursos, el cuidado del medioambiente y la disminución de la peligrosidad que traen aparejados muchos de los materiales que componen a los aparatos eléctricos y electrónicos. Cuando hablamos de aparatos eléctricos y electrónicos nos referimos a una gama de productos que van desde una heladera hasta un celular, pasando por un televisor y las pilas.
Todas las cámaras han participado y acordado este proyecto que trata de optimizar las formas de reciclado de las 120.000 toneladas de residuos que hay hoy en día. Por ejemplo, cuando fue el Mundial de Sudáfrica 2010 se renovaron cientos de miles de televisores. Otro ejemplo es la telefonía móvil: aproximadamente el 30% del parque actual o sea 10 millones de teléfonos celulares se renuevan por año. Por otra parte, las pilas conforman el 0,12 por ciento de la basura total, pero son 110 millones de toneladas por año. La iniciativa crea un ente mixto que va a administrar el procesamiento de los residuos. Asimismo, uno de los puntos más importantes del proyecto es la creación de un fondo para que las empresas que no tienen la capacidad de reciclar por ellas mismas, especialmente las PyMEs, sean ayudadas a través de este mecanismo.
Iniciativas como esta y como la Ley de Glaciares (impulsadas también por el senador Filmus y el Diputado Bonazo) expresan la voluntad de avanzar concretamente en la sustentabilidad del desarrollo y el crecimiento, ahora hay que esperar la aprobación de diputados para que sea ley.
Acompañaron el proyecto: Greenpeace, Fundación Vida Silvestre, Fundación Equidad, Asociación Argentina de Periodistas Ambientales, Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Federación Argentina de Municipios (FAM) y la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA).
Las pilas son muy contaminantes porque producen desprendimientos de metales que ala arrojarse a la basura, pueden contaminar las aguas subterráneas. Por lo tanto hasta que ni se organice la recolección y correcto tratamiento no se aconseja acumular pilas, de todos modos para quienes deseen almacenarlas provisoriamente hasta su disposición final deben hacerlo en recipientes plástico de boca ancha con tapa (pueden ser botellas de gaseosa), y ubicarlas en lugares ventilados y al resguardo del agua.
De allí surge la necesidad de recuperar sus componentes para otorgarles una segunda vida útil. De hecho, el reciclaje de una tonelada de pilas usadas permite la obtención de 600 kg de metales pesados, incluidos, por ejemplo 300 a 350 kg de zinc, 20 kg de níquel y 2 kg de mercurio. Estos compuestos, contenidos en una sola pila, son suficientes para contaminar 40 litros de agua durante 50 años. Si analizamos esto, vamos a comprender la necesidad de contribuir para no contaminar medio ambiente.
Los universitarios somos altos consumidores de tecnología, también esta en nosotros generar la conciencia para el reciclado de estos elementos, por eso estamos iniciando una campaña que acompaña la iniciativa del senador Filmus y que va orientado al reciclado de pilas agotadas, las cuales las llevaremos en recipientes especiales a centros de acopio de estos deshechos, hasta que la ley se apruebe definitivamente y se aplique, necesitamos de tu aporte, de tu compromiso y colaboración, acércate a nuestra mesa.
En definitiva, qué podemos hacer nosotros como ciudadanos con las
pilas:
- No juntar pilas porque se concentran los riesgos.
- No mezclar las pilas nuevas con las usadas porque se reduce la vida útil de ambas.
- Utilizar preferentemente artefactos conectados a la red eléctrica.
- No tirar las pilas a la cloaca, ya que finalmente llegan al río y podrían contaminar el agua. En ausencia de red cloacal, la contaminación afectaría las napas.
- No quemar ningún tipo de pilas ni baterías.
- No dejar las pilas al alcance de los niños.
- No utilizar aparatos a pilas cuando pueden ser reemplazados por otros.
Trae tus pilas agotadas y depositalas en los recipientes especiales que tendremos en las mesas de la agrupación y que llevaremos semanalmente a los centros de reciclado o llevalas vos mismo a los mismos centros.
Cuidamos el ambiente, cuidamos el agua, sin chamuyo ni politiquería barata
La UES
info@laues.org / www.laues.org
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